jueves, 7 de mayo de 2009

No conocer la voz de Dios


No saber reconocer la voz de Dios es una de las quejas más frecuentes que tenemos. Queremos hacer la voluntad de Dios, anhelamos tener una relación más estrecha con nuestro Creador, pero… ¡cuánto nos cuesta entender cómo él nos habla, cuándo lo hace, y, sobre todo, qué nos dice!.
Lo invito a analizar conmigo la forma en que Dios se comunicó con Samuel. El relato de 1 Samuel. 3.1–10 puede darnos luz en cuanto a la manera en que podemos escuchar a nuestro Padre.
Amigo segun la escritura, Dios está más cerca de lo que crees, y su respuesta está en tu oído. Solo necesitas decir ¡Habla que quiero servir, habla que solo quiero oír tu voz, habla que quiero dejar de dormir, habla que quiero tu revelación, habla aunque cueste hacer lo que dices!, Solo ¡habla que tu siervo escucha!.

Bendiciones